Elena Bennett es una joven y conocida escritora que gozaba de un gran éxito hasta que las críticas destrozaron su última novela. 

Ahora está sumida en una depresión a causa de las destructivas reseñas y su horrible vida amorosa. Por suerte, el cambio viene de la mano de su prima y casi hermana, Jane, que le insiste en que lo deje todo y se vaya con ella a Maui. 

Lena no sabe qué hacer, así que, cansada de sus fantasmas, accede a viajar al increíble archipiélago de Hawái, donde vivirá mil y una aventuras, entre ellas toparse con Nalu, un increíble surfista nativo —y para qué negarlo, un poco bruto y muy sexy—, que le hará la vida imposible. 

Una historia de superación, amor, sensualidad y muchas risas.

Ella también quería algo así, un amor que durara hasta el fin de los tiempos, sin que nada ni nadie pudiera hacerlo desaparecer.

¿Cómo iba a dejarla ahí? Había sido un completo idiota, había incumplido una de las cosas más importantes que todo nativo tenía como «mandamiento», akahai: ser amable. Si no lo era, ¿cómo iba a obtener lo mismo de los demás?

—Te aviso: si no quieres respuestas sarcásticas, más te vale no hacer preguntas imbéciles. —Su dedo índice le señaló amenazante.

Mira, lo difícil, por mucho que lo pienses, no es dejar el pasado atrás. Lo complicado es olvidar el futuro, ese con el que siempre soñaste. Llegará el día en que reirás tanto que olvidarás que un día tuviste cicatrices.

No seré tu primer amor, pero… quiero ser la mejor de tus historias. Permíteme al menos intentarlo.

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Besos,