Relectura Psi/Cambiantes: Caricias de Hielo
Ayer les publique las citas y algunos datos del libro anterior La Noche del Jaguar, el libro de esta semana es Caricias de Hielo, tercer libro completo de la serie y el quinto en la línea del tiempo. Este libro está protagonizado por el Psi desertor Judd Lauren quien esconde un pasado manchado de sangre y la cambiante loba Brenna Kincaid a quien ya conocimos en La Noche del Cazador como la última víctima de Santano Enrique.
Este es uno de mis libros favoritos, creo que porque ambos me gustan como personajes y a ambos los considero unos guerreros por no atenerse a lo que la vida les dio, los dos luchan contra el pasado y sus propios demonios. Este libro es importante porque sale en persona El Fantasma y vemos como Judd se relaciona con el; la otra parte importante es que conocemos mas de la vida dentro de los SnowDancer y tenemos vistazos de personajes de próximos libros.
Él, un psi adiestrado para no tener sentimientos; Ella, una cambiante que cree haber perdido lo mejor de su naturaleza. Pero están destinados a encontrarse. Como Flecha, un soldado de élite del Consejo de los Psi, Judd Lauren fue obligado a hacer cosas terribles en nombre de su pueblo. Cuando fue sentenciado, huyó y se refugió entre los que hasta entonces habían sido sus enemigos: el clan de los SnowDancer, mitad humanos, mitad lobos. Y desde entonces, las costosas dotes de Judd le han convertido en el asesino más letal de todos: frío, despiadado, insensible. Hasta que conoce a Brenna… Brenna Shane Kincaid era una joven inocente hasta que fue secuestrada —y su mente violada— por un asesino en serie (el asesino de La noche del cazador). Aunque ha podido recuperarse, ahora o puede transformarse en lobo y, además, su sentido de la maldad es tan profundo que teme poder convertirse ella misma en una asesina. Entonces es hallado el cadáver de un miembro del clan y las pesadillas comienzan de nuevo... y Judd es su única esperanza. Aunque el lado cambiante y sensual de Brenna se rebela contra la gélida personalidad de Judd, la caza de un nuevo asesino les acercará, y entre ellos nacerá un profundo deseo que amenazará no sólo sus corazones, sino sus mismas vidas...
Citas Favoritas
De niño le habían sometido al dolor más atroz y luego le habían enseñado a bloquearlo. Un buen psi no sentía nada. Una buena Flecha sentía aún menos.
Antes habría sido ella la primera en hacer aquel comentario, en ver todo lo bueno que había en el mundo. Se prometió firmemente que algún día recuperaría esa parte que había perdido, la parte que creía en la alegría.
Haz que se sienta incómodo. No aceptes un no por respuesta. Presiona y presiona hasta que pierda el control. Recuerda que el fuego funde el hielo.
—¿Por qué tú no te has vuelto también sobreprotector conmigo? —Yo soy tu alfa. Mi labor es cerciorarme de que seas un miembro sano de la manada, no una inválida. —Una declaración despiadada, pero Hawke nunca había sido un hombre que adornase la verdad—. Ve y haz lo que tengas que hacer para recomponer las piezas de tu vida.
Tienes unos ojos peligrosos, una mandíbula obstinada, el cuerpo de un soldado y la mente de un cazador. Eso, mi querido psi —susurró— te convierte en alguien muy guapo y sexy a quien me gustaría lamer de arriba abajo.
Había cambiado durante su lucha por sobrevivir a la maldad que la había afectado, había perdido parte de su inocencia. Pero también había ganado en sabiduría, había averiguado quién era y lo que podía soportar. La nueva mujer en que se había convertido encontraba fascinante a Judd Lauren.
—Ha de existir una conexión entre un cuerpo y una mente libres. Sin esa conexión, no es placer, sino un pésimo remedo del mismo, algo que resulta doloroso.
No le juzgues por su imagen de Hombre de Hielo. El es diferente. —No, no lo es, cariño —replicó Andrew—. Creo que Judd es igual que cualquier lobo de la guarida…, tan solo oculta mejor a su animal.
Durante los primeros meses posteriores a su deserción, Judd habría rechazado la idea. Pero después de haber presenciado el modo en que Hawke manejaba a los lobos jóvenes, sabía que aunque el alfa flagelase a Sienna con su afilada lengua de alfa, no sufriría ningún daño.
—Mucha gente busca una pareja permanente cuando a cierta edad no han encontrado a su compañero. —Emparejarse era algo mágico y maravilloso, pero podían tenerse relaciones satisfactorias dejando eso a un lado. Hawke rió entre dientes. —Solo tengo treinta y dos años, todavía no chocheo.
Lo haces porque ves en qué está convirtiendo el Consejo a los psi y porque sabes que eso no está bien. Hubo un tiempo en que fuimos la más grande de todas las razas, los auténticos y únicos líderes del mundo. —¿Crees que podamos volver a eso? —No. —El mundo había cambiado, humanos y cambiantes se volvían más fuertes con el curso de los años—. Pero podemos convertirnos en algo mejor. Podemos ser libres.
Besos,
0 comentarios